El Salmo 61 fue escrito por David, esta maravillosa oración probablemente fue escrita cuando su propio hijo Absalon lo arrojó del reino. El Salmo 61 es rico en metáforas y referencias a los Pactos que Dios hizo con Israel. El rey estaba en una situación tan compleja y difícil en la que su propio hijo lo había expulsado de su palacio. Sin embargo, tenía la plena confianza de que el Señor iría a su salvación. Frente al nuestro o tenemos un salmo de David que nos enseña una lección importante sobre qué hacer cuando pasamos por dificultades. Cuando cualquiera de nosotros requiere la protección de Dios, esto puede incluir una solicitud de ayuda y también una solicitud de bendiciones. Veamos estos dos puntos. I. Primero. Un grito que exige ayuda. Lectura de la Biblia: Salmo 61.1-4 ¿Alguna vez has oído que Dios está lejos y tú, a una gran distancia, en la Tierra, querido hermano? David sintió como si estuviera en los límites de la tierra y Dios estaba allí en la distancia. Estaba tratando de acercarlo. Quería alcanzar una roca más alta que él. La Palabra de Dios nos dice que la roca es Jesucristo. Recuerde, por lo tanto, cuando siente la necesidad de llorar en su vida, es Cristo a quien tenemos que ir. Lo más importante es que Dios nos escucha, que Dios ha abierto el trono de la gracia porque accederemos a él frente a él, donde encontramos la ayuda correcta. II. Segundo. En Dios encontramos bendición. Lectura de la Biblia: Salmo 61.5-8 Este Salmo nos recuerda la bendición que tenemos como creyentes del acceso permanente a Dios a través de Jesucristo. Como hemos visto, incluso a través de una fuerte crisis, David pudo recordar la comunión íntima, especial y duradera que disfrutó con Dios. Y esto, gracias al hecho de que el Señor le había dado acceso a David de manera segura a su presencia para que con confianza el salmista ruega a Dios y lo esperara. La segunda parte del Salmo da la respuesta de Dios y enfatiza el carácter permanente y duradero. *******Correos
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